miércoles, agosto 10, 2011

¿Quiénes participan en los disturbios en Inglaterra?

"A diferencia de las demostraciones estudiantiles o las revueltas del mundo árabe, en los disturbios ingleses no hay demandas, no hay pancartas, no hay mensajes verbales: no piden trabajo, ni igualdad, ni respeto, ni mayores oportunidades, ni el cambio de gobierno, ni el regreso de los apoyos financieros para buenos estudiantes de pocos ingresos. No piden nada; no dicen nada. Han salido a la calle en pandillas, en grupos de amigos, vestidos como se visten todos los días, en sus bicis, con sus tenis nuevos, se ponen la capucha y entre todos se ponen a destruir. Estos no son los ataques de los huelguistas que al manifestarse en una marcha pasan por un McDonald’s, le ven como signo del capitalismo y le grafitean y destruyen. No. Esta juventud disfruta de McDonald’s: es un símbolo aspiracional y el único lugar más o menos económico donde muchos jóvenes pueden ir a socializar. Su enojo no es con el capitalismo como sistema de exclusión e inequidad estructural, sino con una cultura que no les dio al nacer el dinero para  comprar lo que les han dicho que deben desear y que ven que muchos se pueden comprar.", Ernesto Priego, NEXOS

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"Pueblo versus sistema, quiebre real" de Dr. Luis Linares Zapata

"Las evidencias del quiebre entre el sistema dominante, financiero, global, y los pueblos del mundo que lo padecen, se acumulan hasta llegar a lo grotesco. Las aristas más filosas del modelo explotador se ensañan sobre un grupo específico de ciudadanos: las juventudes. Éstos, llámense chilenos adolescentes agobiados por lo caro de una educación que se les escapa, ninis mexicanos ignorados durante décadas que ya no pueden emigrar, españoles indignados que no encuentran un sitio decente donde habitar y convivir, desclasados ingleses de las barriadas londinenses (como antes fueron franceses) que, de pronto, irrumpen con impulsos destructivos, o los sirios, egipcios y libios que siguen la ruta del martirio por un cacho de dignidad, salen, en tropeles, a las calles para dar testimonio de sus incandescentes corajes. Ya no aguantan más dentelladas de la injusticia que los ahoga en la desesperación. Su futuro ha caído en la oscuridad total y, desde sus distintas postraciones, quieren aliviar, de mil ocurrentes maneras, sus deprimentes condiciones de vida.

Con varios anuncios y premoniciones anticipadas, ya bien conocidas y publicadas, ahora la mecha de miedos y mareos se encendió por donde no se creía posible: en el mero centro del poder, en la economía estadunidense. Años de dispendiosas guerras, expoliaciones a las clases medias y apañes desmedidos por parte de especuladores sin medida de la riqueza generada, han llevado a esa nación al borde de sus capacidades reproductivas, de gobierno, de crédito y, en especial, de consumo masivo. Sus deudas acumuladas sobrepasan varias veces el producto anual. La sola deuda pública (15 billones de dólares) es mayor que ese PIB nacional, sin duda alguna el mayor del mundo. Pero la discordancia para llegar a un arreglo entre las diversas fuerzas que componen tan ramificado entramado social ha sido irremontable. La intransigencia derechista de los republicanos, los falsos cuidados de Obama y los numerosos vetos de sendos grupos de presión ante las distintas opciones, llevaron a una implosión que ya se expande por todo el orbe.

El resultado de los tironeos habidos en los centros decisorios estadunidenses tienen un distintivo nefasto: la enorme, insalvable distancia respecto del sentimiento y los deseos de la mayoría de ese pueblo. Más de 70 por ciento de los estadunidenses están de acuerdo con la real, con la que sería una efectiva salida: la reposición de impuestos a las cúpulas de ingresos mayores, excluidas de tales obligaciones desde los sesgados tiempos de Ronald Reagan y sus fundamentalismos de mercado. La derecha estadunidense, en especial su actual versión extrema (Tea Party), todavía sostiene, con cerrada ignorancia, que el dispendio gubernamental radica en el Estado de bienestar del que gozan, según versión interesada, sin mesura ni razón muchos holgazanes. Y ahí aprietan, llenos de rencores, con devastadores recortes. La sociedad, en cambio, en abrumadora mayoría (más de 70 por ciento), acepta la propuesta de recortar sus gigantescos gastos militares y preservar sus prestaciones de salud y retiro que sus políticos acordaron disminuir.

Los enormes déficit que aquejan a diversas economías desarrolladas provienen, sin ya tapujos ni disfraces, de las bajas, casi inexistentes, tasas impositivas para los sectores de altos ingresos. La expoliación a los salarios de las mayorías, cautivas y sin derechos compensatorios, no ha cesado, ya dura más de 30 años. Mucho de la debilidad de los mercados internos de esos países proviene, en verdad, de los cada vez más apretados presupuestos disponibles de la gente. El proceso de endeudamiento familiar llegó, también, a puntos de saturación evidentes. Es por eso que las explosiones sociales no cesan de aparecer y, sin duda, seguirán creciendo hasta llegar a puntos de dañinos quiebres.

El terremoto y las ventoleras que aquejan a los llamados países centrales lanzan ondas expansivas por doquier. En México, con necia atención y escasa responsabilidad, se sigue insistiendo en continuar la fiesta y el saqueo. Aquí no hubo desgravaciones al capital por la sencilla razón de que nunca, los grupos de ingresos privilegiados, han pagado lo que deberían. Aquí reina, impune, la corrupción de alto engranaje y hasta respetable sello social. La insultante desigualdad sólo se equipara con el insólito incremento de la pobreza en sus versiones extremas. Aquí el entreguismo ha sido una constante por parte de la clase dirigente, agudizado por los mustios panistas. Es por eso que se desmanteló la industria petrolera y sus derivaciones petroquímicas que una vez fueron orgullo nacional se tornaron chatarra inservible. Es por eso que se importan 400 mil barriles de gasolinas diarios en vez de refinarlos internamente. Es por eso que se ha montado un tinglado para exprimir, por parte de extranjeros, a la Comisión Federal de Electricidad hasta hacerla onerosa a todo consumidor. Fue por ambiciones parecidas que se liquidó a Luz y Fuerza del Centro y ahora algunos traficantes de influencias usan, a cambio de migajas, su red de fibra oscura. Es por eso también que se extienden concesiones, casi gratuitas, a los consorcios mineros, ya sean de capitales propios o externos. Los 52 millones de hectáreas concesionadas, en el mejor de los casos, dejarán unos mil millones de pesos de impuestos a cambio de llevarse miles de millones de dólares de metales y utilidades. Es por eso, en fin, que los grupos de presión mexicanos dominan, con pasiones incontenibles, ciegas al cambio, el actual panorama colectivo. Es por eso, finalmente, que asumen, como indispensable, la continuidad de un sistema, de un modelo que ha entrado en total quiebra mundial."

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miércoles, julio 22, 2009

México, país sin proyecto

José Miguel Moreno
El Semanario

Uno, tras las elecciones federales, se queda con la triste impresión de que el mexicano, en lo político, ha claudicado, como si ya nada bueno esperara de sus gobernantes y legisladores. El entusiasmo que irradiaban en el año 2000, con la salida del PRI de Los Pinos y la llegada de una nueva opción política con aires frescos de renovación y cambio, ha transmutado en decepción y apatía. Múltiples razones explican su desilusión.

Por citar algunas, se puede decir que en estos años no se ha logrado forjar una democracia más profunda; que las instituciones, en no pocos casos, se han degradado; que la mancuerna entre los gobernantes y la plutocracia no sólo no se ha desbaratado, sino que incluso se ha hecho más ostentosa; que no hay una dirección para democratizar las oportunidades individuales, para aplacar los privilegios y la inmensa desigualdad, ni para encauzar las reformas estructurales; que la corrupción sigue campando a sus anchas; y que el narco se muestra poderoso y violento frente a la debilidad del Estado. La catastrófica crisis económica y la inacción del gobierno para combatirla puso la puntilla a una situación de por sí desmoralizadora.

De modo que resulta natural que el mexicano haya abandonado toda esperanza del poder transformador de la política. En los últimos lustros, no ha habido ningún atisbo de querer construir un proyecto de nación autónomo, que explore nuevos mecanismos que compatibilice el crecimiento económico con la inclusión social, que mas allá del ramplón discurso patriótico busque realmente dar una merecida grandeza al país. Por el contrario, se ha limitado a un modelo de integración subordinada a EU cuyo fruto ha sido un crecimiento magro, poco equilibrado y escasamente sostenible.

Se suele decir que la política es la alternativa al azar. Por azar México es un país privilegiado: es vecino de la nación más poderosa del orbe y tiene petróleo, muchos recursos naturales y mucha costa. Pero nunca por el mero azar, aun siendo tan generoso, un país ha logrado un modelo de desarrollo nacional exitoso y duradero si no va acompañado de políticas públicas que invierta en educación y en infraestructura, y que en abierta asociación con empresas privadas (no sólo con el gran capital y sus facciones afines, sino sobre todo con la pequeña y mediana empresa) realice políticas industriales y comerciales activas de modo que se les abra su acceso a los mercados, los capitales y la tecnología.

Sin embargo, en México, sus políticos no hicieron (ni hacen) su trabajo, no se dedicaron a diseñar y coordinar estrategias dinamizadoras, sino que se han limitado a administrar (y por lo general, malamente) su afortunado azar: cuando les fue bien, con excesos y despilfarro, y cuando mal, como ahora, con estrecheces.

México necesita liberarse del destino que le ha marcado su azar. La libertad es la capacidad para realizar lo indeterminado: lo determinado es que México le venda petróleo a EU. Y también que maquile autos dados los bajos salarios del país. Pero lo indeterminado es que escape de la maquila, que exporte refino, energías renovables, tecnología para vehículos eléctricos, biotecnología, aviones, software, chips, o incluso maíz.

Pero para realizar lo indeterminado hace falta un Estado fuerte, no queriendo con ello significar autoritario, sino independiente de las élites propietarias, de modo que tenga capacidad para poner en práctica políticas públicas que atiendan los intereses colectivos y no a los de una minoría privilegiada. Y eso es lo complicado.

A pesar del discurso liberal de las élites empresariales, lo cierto es que la aplicación de esas políticas de manera incondicional, concretizadas en un rigurosa ejecución de políticas antimonopólicas, una democratización de las oportunidades empresariales y la eliminación de subsidios encubiertos o ventajas fiscales a las clases poderosas, amenaza en tal grado sus intereses que siempre se opondrán a ellas de manera visceral: por tanto, la aplicación integral de políticas liberales es ahora mismo en México inviable, y sólo se puede realizar de manera parcial y selectiva.

Y será así en tanto que a las élites mexicanas se resistan a estar gobernados por un Estado fuerte, tal y como aquí se ha definido; un Estado que favorezca la incorporación de los pequeños y medianos empresarios, de la mayoría no organizada, de la clase media trabajadora, a la vanguardia económica del país. Redefinir la estructura de los intereses del país es elemental para lograr una estrategia de crecimiento solidaria de largo plazo, que es la que vale.

Para eso es fundamental que el Estado mexicano sea fuerte y de los mexicanos, un Estado en el que la participación ciudadana en la política y su capacidad de movilización sea más alta, algo de lo que a juzgar por los resultados electorales, se está muy lejos. Entre tanto, estaremos abocados a los acuerdos aislados, inconexos, interesados, y de cortas miras de las facciones poderosas del país.

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viernes, julio 03, 2009

Ya ni de payaso!

En los últimos días ha aparecido un comercial en radio y televisión cuyo diálogo a continuación se reproduce:

SEÑORA 1.- Mi hijo ENLOQUECIÓ, no encontró cupo en la Prepa y tampoco trabajo.
SEÑORA 2.- ¡Que barbaridad!
JOVEN.- Jefaaaaa… ya me voy a ganar algo, AUNQUE SEA DE PAYASO.


YA NI DE PAYASO.
POR: Pablo Farid, payaso urbano

Señor Andrés Manuel López Obrador.
Señores del Partido del Trabajo que firman este comercial:

Con el debido respeto, me permito hacer las siguientes observaciones:

PRIMERA. …. No se necesita ENLOQUECER para ser payaso, generalmente los que hacemos reír es porque tomamos nuestro trabajo muy en serio.

SEGUNDA. … Eso de AUNQUE SEA, disculpen ustedes pero no cualquiera es payaso, ni cualquiera realiza los malabares que efectúa el joven que aparece en el comercial. Para hacerlo se necesita amar la profesión y tener la habilidad, constancia y práctica… cosa que a ustedes, como políticos les hace mucha falta.

TERCERA. … Creo que sería de mayor aceptación popular algo que el joven mencione como: “Jefaaa, ya me voy a inscribir aunque sea en un partido político a ver si la hago y salimos de pobres”. De esa manera sería más coherente la frase “Mi hijo enloqueció” y verdaderamente esa familia saldría de pobres, además de que es más indigno, en estos tiempos ser político, que ser payaso; pues hasta la fecha no he sabido de payasos acusados de estar aliados al narcotráfico, que exploten al pueblo, que lo engañen o que sean corruptos, es más, los payasos NO menospreciamos nuestro oficio como Ustedes lo hacen con el gremio que represento… EL DE LOS PAYASOS:

Y por último Señor López Obrador y gente del P. T., termina su comercial diciendo: “estaríamos mejor con López Obrador…. Permítanme que lo dude, porque hasta la fecha el gobierno perredista del D.F., ha detenido a varios de los que trabajamos – si, trabajamos – en el Zócalo del D.F., como artistas urbanos por no tener permiso para pedir monedas como payasos y nos cobran multas que van hasta los $ 560.00. Y eso nadie me lo cuenta, se los digo porque lo he vivido ya que soy artista urbano, así que con López Obrador y los suyos… YA NI DE PAYASO.

Favor de compartir con todos tus contactos.

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sábado, mayo 30, 2009

Abril 2009

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lunes, febrero 02, 2009

México: Capitalismo de cuates

Participación de la doctora Denise Dresser en foro "México ante la Crisis", 29 de enero del 2009.



Discurso integro.

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martes, marzo 06, 2007

Un México que se percibe mal pagado.


Encuesta: Expectativas Salariales en México 2006
Boletín Consulta Mitofsky


  • En México, 53 por ciento de los ciudadanos no está satisfecho con su ingreso económico actual.
  • Por segmentos poblacionales son las personas de bajos recursos de edades medias entre 30 y 49 años pero sobretodo de personas que tienen a sus hijos actualmente en la escuela los que más se sienten insatisfechos con su ingreso actual.
  • Uno de cada tres se sentirían satisfechas recibiendo mensualmente de 3 a 5 salarios mínimos por el trabajo que desempeñan, y más de la mitad (57.6%) estarían satisfechas con un ingreso de 1 a 5 salarios mínimos.
  • En promedio, las personas se sentirían satisfechas con un ingreso de $8,100 pesos mensuales.
  • Casi por unanimidad (71.3%), los mexicanos piensan que el presidente de la República debería ganar 15 salarios mínimos o más. El ingreso mensual promedio que se considera debería percibir el presidente es de $54,429.02 pesos, cifra mucho menor al sueldo bruto real: $208,570 pesos.
  • Los ingresos mensuales que las personas creen que deberían ganar los altos funcionarios públicos oscilan entre $20,000 y $30,000 pesos.

SUELDO QUE A PERCEPCIÓN DE LA GENTE DEBERÍA GANAR UN(A)..


ACTIVIDAD

SUELDO PROMEDIO

Chofer

$6,107

Policía

$6,920

Secretaria

$8,039

Maestro

$9,456

Médico


$14,552

Presidente Municipal

$18,721

Senador

$19,912

Secretario de Estado

$20,482

Diputado

$20,597


Gobernador

$29,625

Presidente de la República

$54,429

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viernes, septiembre 15, 2006

Carta enviada por Cuauhtémoc Cárdenas a la escritora Elena Poniatovska

Elena:

En la edición del diario La Jornada (página 8) del 10 de septiembre aparece una nota encabezada “Marcos y Cárdenas no apoyaron a AMLO por envidia”, en la cual se te atribuye, entrecomillada, la siguiente expresión: “Si estos tres personajes [en el texto de la nota se agrega a Patricia Mercado] se hubieran sumado, si no se hubieran echado para atrás, no habría la menor duda del triunfo de López Obrador, pero no lo hicieron por envidia”.

No me corresponde hablar de las razones de Patricia Mercado ni del subcomandante Marcos para haber adoptado las posiciones que adoptaron frente al proceso electoral reciente, pero puedo asegurarte que no fue la envidia lo que los motivó a actuar como lo hicieron, sino que, entre otras cosas, sólo ejercieron su derecho a pensar diferente.

En lo que a mí respecta, tu talento y trayectoria me obligan a darte una respuesta, obligadamente larga, de porqué no participé en la campaña de la coalición Por el Bien de Todos ni participo en la Convención Nacional Democrática, que empieza por decirte que la envidia no ha tenido lugar hasta ahora en mi conducta, ni pública ni privada, y que nunca me he echado para atrás frente a los compromisos que he asumido a lo largo de una ya larga vida.

Con Andrés Manuel he compartido por años propósitos y episodios importantes de la lucha por la democracia en nuestro país. Nunca exigimos incondicionalidad ni subordinación en nuestra relación. El trato en los muchos encuentros de los dos, puedo decirte, ha sido cordial y respetuoso.

Mis desacuerdos o desencuentros con él no son de carácter personal. Las diferencias que existen entre ambos son relativas a las formas de hacer y entender la política y sobre algunos aspectos programáticos, acentuadas, ciertamente, cuando se trata como hoy de los destinos del país y a partir de que se iniciara el proceso que debía conducir a la pasada elección del 2 de julio y respecto al cual ambos definimos con anticipación y públicamente nuestras posiciones frente al país y a la ciudadanía, él a través de sus “20 puntos”, sus “50 puntos” y del libro Un proyecto alternativo de nación, yo mediante la publicación de Un México para todos, de autoría colectiva. Aun con esas diferencias, mi voto fue por todos los candidatos de la Coalición, como en su momento lo hice público.

Una de las discrepancias que resaltaría de esas publicaciones es con relación al juicio que hace, sin mencionar nombres, de la digna y firme defensa del principio de no intervención y de la paz que hizo Adolfo Aguilar Zinser como miembro del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.

Al respecto, Andrés Manuel escribió: “Después del triunfo de Vicente Fox, nuestra política exterior se ha conducido con desmesura. El resultado más notorio ha sido la afanosa intervención en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que en la práctica sólo vino a complicar aún más nuestra situación internacional”, lo que me lleva necesariamente a preguntar si la política exterior de México debe plegarse incondicionalmente a la de Estados Unidos con el fin de no complicarse y olvidarse entonces de la defensa de los principios, de tomar decisiones soberanas en función de los intereses del país y de la dignidad misma de la nación, que gobierno y ciudadanos estamos obligados a respetar y a hacer valer.

Se dice también en ese proyecto: “Los sueños de ver a México como gran protagonista en el concierto de las naciones son sólo eso: espejismos protagónicos para alimentar ambiciones personales que nada tienen que ver con el país real”, lo que me lleva a pensar que se quieren desconocer los logros de la política exterior mexicana como, entre otros, la aprobación por amplísima mayoría de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, el reconocimiento del derecho de los Estados a su mar patrimonial o la participación en el Grupo Contadora para lograr la pacificación de Centroamérica, que implicaron el despliegue de una gran actividad —y si se quiere llamar protagonismo— de la diplomacia mexicana.

Encuentro como una grave omisión de un candidato presidencial no tomar posiciones claras y públicas respecto a cuestiones importantes, tanto del momento como con consecuencias hacia adelante.

Puedo citarte los casos siguientes respecto a los cuales Andrés Manuel no se pronuncia todavía y que quienes consideramos prioritaria la lucha por el rescate y ejercicio pleno de la soberanía y por la cabal vigencia de un Estado de Derecho estimamos fundamentales: no ha habido una toma de posición en relación a los contratos de servicios múltiples de Petróleos Mexicanos; tampoco respecto a la ilegal prisión y la extradición hace unas cuantas semanas de seis ciudadanos vascos.

Sobre la iniciativa Sensenbrenner, que de llevarse a la práctica vulnerará los derechos de miles o millones de mexicanos en exilio forzado en Estados Unidos; la mayor y excesiva militarización de la frontera común del lado norteamericano, que constituye, sin lugar a dudas, un acto inamistoso hacia México; la iniciativa del Área de libre comercio de las Américas del presidente Bush y la propuesta alternativa de promover un acuerdo continental de desarrollo.

La iniciativa de ley de sociedades de convivencia, bloqueada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en los primeros tiempos de su gestión; la falta de tacto y de oficio diplomático en las relaciones del gobierno mexicano con los gobiernos y Jefes de Estado de Cuba, Venezuela, Argentina y Bolivia.

Reconocerás que en el círculo de colaboradores cercanos de Andrés Manuel se encuentran algunos de los que instrumentaron el fraude electoral y la imposición en 1988 desde el gobierno, el Partido Revolucionario Institucional, la Cámara de Diputados y la Comisión Federal Electoral, que impuso la banda presidencial a Carlos Salinas el 1 de diciembre de 1988.

Además, el que instrumentó la privatización del Canal 13 de la televisión; el que ha declarado que el proyecto económico de Andrés Manuel es el mismo que el de Carlos Salinas; el que pretendió promover la reelección de éste. Pero a ninguno, que se sepa, ha pedido Andrés Manuel explicación sobre su cambio de piel política y ninguno la ha dado públicamente.

Este mismo grupo es el que ahora, con algunas adiciones, acompaña a Andrés Manuel en sus nuevos proyectos y el de quienes podría pensarse que formarían parte de su gobierno, que no sería por sus antecedentes y falta de deslindes, un gobierno identificado con los principios y las luchas del PRD y de manera más amplia con aquellos de la izquierda mexicana.

Sólo para argumentar sobre uno de los casos: de seguirse la política económica del salinato, se proseguiría con la enajenación del patrimonio estratégico de la nación y con el desmantelamiento de la planta productiva, se pondría en práctica una política entreguista en lo económico y de subordinación en lo político, se profundizaría el desastre productivo y social del campo mexicano, se mantendría acrecentado el flujo migratorio masivo hacia Estados Unidos y se haría cada vez más agudo el proceso de concentración de la riqueza en pocas manos.

Por otra parte, no se podrá decir que no manifesté oportuna y públicamente mi desacuerdo con la postulación por parte de la coalición Por el Bien de Todos, de la que el Partido de la Revolución Democrática fue el eje, de candidatos con posiciones públicas contrarias a los principios del PRD, que nunca se deslindaron de sus pasados políticos ni han explicado las razones de su traslado al PRD o cómo concilian un pasado antagónico con los principios del PRD al haber aceptado una candidatura de éste, que no los representa por sus trayectorias y posiciones políticas públicas.

Ahí están, como muestra, algunos que fueron candidatos y otros que ya son legisladores en funciones. En este caso, voces como la mía y las de muchos otros que sólo demandaban congruencia, fueron simplemente ignoradas.

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En los últimos días de mayo hice público un documento a través del diario La Jornada denominado “Viendo hacia adelante: un camino democrático y progresista para México”, en el cual planteaba algunas cuestiones que me parece fundamental que se lleven a la práctica en el próximo sexenio, que pudieran ser consideradas por los candidatos entonces en campaña.

No merecieron la mínima observación, ni en sentido negativo ni en positivo, por parte del candidato de la coalición y la misma actitud de ignorar críticas, discrepancias e incluso planteamientos coincidentes con su línea política recibieron muchos de aquellos que por largo tiempo han militado en el campo progresista.

Digo en ese documento —y te lo reitero ahora— que al no haberse dado relevancia a la presentación y discusión de propuestas y compromisos por parte de los candidatos a lo largo de los meses de campaña, se hace necesario insistir en pensar y discutir el país que queremos, por encima de todo y antes que nada, así como en cambiar radicalmente la forma de hacer política, subordinándola a un proyecto de país y no a la simple ambición de poder o a la toma coyuntural de decisiones.

Entre las cuestiones básicas que no se discutieron en el ir y venir de las campañas estuvo la continuidad de la reforma electoral, que después del 2 de julio y ante los serios cuestionamientos que se han venido haciendo a la calidad del proceso electoral se ve aún más urgente, ya que a pesar de los muchos cambios que ha sufrido la legislación correspondiente, continúa inconclusa.

La gente reclama reducir y transparentar los gastos de las campañas; reclama que se llame a las cosas por su nombre, empezando porque las supuestas precampañas se reconozcan como campañas en la ley y en los cómputos de gastos y tiempos electorales; reclama abrir la posibilidad de candidaturas ciudadanas que no tengan que pasar necesariamente por la aprobación y gestión de los partidos políticos.

Además, facilitar el registro de nuevos partidos políticos, sin que el registro represente acceso automático a la asignación de dineros públicos; restituir en la ley la figura de las candidaturas comunes; reunir en no más de dos momentos dentro de un sexenio, los procesos electorales federales, estatales y municipales; y establecer las dos vueltas en las elecciones, tanto presidenciales como legislativas.

En materia de reforma electoral, la medida más efectiva, aquella donde se encuentra la principal respuesta a las exigencias populares, la reforma más de fondo es hacer equitativos los tiempos en los que partidos y candidatos tengan acceso a los medios electrónicos de comunicación, así como acotar los periodos en los que pueda hacerse propaganda dirigida al público, prohibiéndose a partidos, candidatos y particulares comprar tiempos en los medios electrónicos —televisión y radio comerciales— y que éstos sean asignados por la autoridad electoral de manera equitativa.

Lo anterior para que no sea el gasto mayor o menor en la compra de tiempos lo que determine la mayor o menor presencia de las alternativas electorales que se ofrezcan a la ciudadanía al través de esos medios. Así se tendrían campañas equitativas y se lograría una reducción sustancial de los tiempos y las erogaciones públicas —y en su caso privadas— en las campañas electorales.

Por otro lado, y también en relación con la cuestión electoral, debe legislarse para prohibir que en la publicidad que se hacen las dependencias oficiales al través de los medios de información —televisión, radio, prensa escrita— aparezcan imágenes y nombres de funcionarios, que si bien pudieron haber participado en la promoción o ejecución de algún programa o proyecto público, no hicieron sino cumplir con su obligación y en su caso, con un mandato ciudadano, pues fue irritante y ofensivo en las precampañas, como creo te consta, ver cómo candidatos o precandidatos de los tres partidos de mayor presencia nacional, despilfarraron a lo largo del sexenio y hasta que dejaron sus cargos, dineros públicos para su personal promoción político-electoral.

Es necesario comprometerse con reformar la reciente y vergonzosamente aprobada Ley de Radio y Televisión, recuperando para el Ejecutivo la capacidad de normar la operación de los medios de información electrónicos con sentido de servicio público y de equidad, abriendo las posibilidades, a partir de los avances tecnológicos en la materia, de otorgar nuevas concesiones a instituciones de educación superior, gobiernos estatales y municipales, organizaciones culturales y comunitarias y sociedades comerciales sin vínculos con los medios ya en operación.

Es ya oportuno también convocar a la revisión, con sentido y procedimientos democráticos, de las bases y los términos de nuestro pacto federal.

De esa revisión habrá de surgir la nueva Constitución que contenga la estructura y competencias de la Federación, los estados, los municipios y de los tres poderes de la Unión, que considere los derechos ya ganados por los mexicanos, sus nuevos derechos y los procedimientos para que el ciudadano o las colectividades hagan exigible su ejercicio frente al Estado.

Una que esté concebida visualizando la presencia de nuestro país en el mundo globalizado, que establezca los cauces para el tránsito de una democracia representativa plena, aún por alcanzarse, a una democracia de amplia participación social, así como los mecanismos de consulta ciudadana, iniciativa popular y de revocación de los mandatos, entre otras cuestiones.

Lo que hasta aquí te he expuesto son algunas de las razones que a mi juicio determinaron el número de votos que obtuvo Andrés Manuel el 2 de julio. Por estas mismas razones no creo, contra lo que tú has declarado, que mi ausencia de los actos públicos de la campaña haya provocado una dramática disminución de las preferencias electorales a favor de la coalición. Seguir argumentando más sobre estas cuestiones, sería entrar a un terreno estéril de especulaciones.

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Yendo a otros temas, me preocupa profundamente la intolerancia y satanización, la actitud dogmática que priva en el entorno de Andrés Manuel para quienes no aceptamos incondicionalmente sus propuestas y cuestionamos sus puntos de vista y sus decisiones, pues con ello se contradicen principios fundamentales de la democracia, como son el respeto a las opiniones de los demás y la disposición al diálogo.

Me preocupa, asimismo, que esas actitudes se estén dando dentro del PRD y en sus cuadros dirigentes, pues se inhibe el análisis y la discusión de ideas, propuestas y alternativas entre compañeros, más allá de que esa cerrazón se extiende también a lo que pueda llegar de afuera del partido; que la conducción política y las decisiones tomadas después del 2 de julio, como el bloqueo de Madero, Juárez y el Paseo de la Reforma —excluyo la ocupación de la plancha del Zócalo— se estén traduciendo en pérdidas y desgaste del movimiento democrático en lo general y del PRD en lo particular.

Me preocupan los cambios contradictorios de línea política: a un medio de información norteamericano Andrés Manuel le declaró no ser de izquierda, cuando había declarado serlo a lo largo de precampaña y campaña. Por otro lado, el 10 de agosto pasado se publicó en La Jornada una entrevista que hiciste a Andrés Manuel en la que preguntaste: “Si llegaras a la Presidencia, ¿tendrías que moderarte?”.

A lo que respondió: “Si, la institución te lo exige, yo lo haría. Es más, durante la campaña y hasta ahora no he dicho cosas que pienso sobre mi país, porque me he autolimitado, porque mi rol es hasta ahora uno.Una vez que se resuelva este asunto [el conflicto poselectoral], ya veremos.

Pero muchas cosas me las guardé porque uno tiene que actuar de una manera cuando es candidato y, desde luego, actuar de otra manera cuando se es Presidente, y de otra manera como dirigente de resistencia social. Pero en cualquier circunstancia uno tiene que mantener sus principios. Es nada más un asunto de matices, de moderación”.

¿Por qué entonces guardarse de fijar posiciones y hacer propuestas, cuando era precisamente en su calidad de candidato a la Presidencia cuando se tenían que hacer definiciones que atrajeran con lealtad y orientaran con rectitud el voto de la ciudadanía? ¿No es principio básico de un comportamiento leal y democrático actuar con transparencia y hablar con la verdad? ¿Cómo lo explicas tú?

En reciente documento suscrito por Andrés Manuel se plantea que la convención que él ha convocado para celebrarse el 16 de septiembre “decida si el órgano de gobierno y quien lo represente, se instale y tome posesión formalmente el 20 de noviembre o el primero de diciembre de 2006”.

Aquí me surge la siguiente pregunta: si se considera que el gobierno actual ha quebrantado ya el orden constitucional ¿para qué esperar al 20 de noviembre o al 1 de diciembre, por qué no empezar por desconocer a la administración en funciones, como sucedió cuando el movimiento constitucionalista encabezado por el Primer Jefe Venustiano Carranza desconoció al gobierno usurpador de Huerta, a los poderes Legislativo y Judicial y a los gobiernos estatales que no acataran el Plan de Guadalupe?

No pienso que así deba procederse. Hacerlo sería un craso error, de altísimo costo para el PRD y para el movimiento democrático en su conjunto. Por el contrario, estoy de acuerdo con la sensatez y sabiduría de Luis Villoro, que en un artículo reciente dice que la discusión de un proyecto nuevo de nación requiere de tiempo para su debate y no puede aprobarse en un acto declaratorio en el Zócalo, al calor de un discurso, pues haría falta por lo menos la consulta y la anuencia de delegados de toda la República.

Es decir, agrego yo, de un amplio proceso de análisis y discusión, que en función de un proyecto de nación construido colectivamente en la pluralidad y mediante procedimientos democráticos, desemboque en la elaboración de una nueva norma constitucional.

Villoro expresa también que “muchos no podemos estar de acuerdo con nombrar un nuevo presidente en rebeldía. Esto rompería, aunque sólo fuera simbólicamente, el orden constitucional. Para sostener una amplia y permanente oposición lo que menos necesitamos son actos provocadores.

Lo que sí es necesario, pienso yo con muchos conciudadanos, es caminar hacia la paulatina realización de un nuevo proyecto de nación para el porvenir cercano… Un proyecto de oposición podría seguir ciertas ideas regulativas: una nueva ley electoral; una nueva legislación sobre los derechos de los pueblos indígenas; resistencia contra la privatización de los recursos naturales; lucha contra la corrupción; ampliación de la educación en todos sus niveles; lucha para disminuir radicalmente la desigualdades económicas y sociales. Una izquierda nueva podría aglutinarse, sin perder diferencias, en las líneas de un proyecto semejante”.

Como ves, con esta larga carta lo que hago es defender el derecho a disentir, a pensar diferente, a pensar que cuando se ha impedido ha conducido a dictaduras, opresión, represión, sectarismos e intolerancia, que estoy cierto, ni tú ni yo queremos ver en nuestro país.

Muy atentamente

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano

FIRMA

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miércoles, julio 05, 2006

Me duele mi país
Aline Petterson

Me duele mi país. Me duele hasta las raíces más profundas que me habitan. Me duele verlo dividido entre pasiones muy oscuras. Y así, advertir con impotencia los bordes de un futuro acaso incierto. Me duele ver el ansia de sus ciudadanos respondiendo al llamado de las urnas de una manera nutrida, pacífica, desde un tiempo largo y turbio de ignorancia.

La ignorancia -esta lacra secular nuestra- la tomo aquí de dos maneras. Una, desde luego, la deficiente o nula escolaridad de una porción amplia de la población. La otra, una forma de dejar de ver, de ignorar, de hacer de lado, los elementos de realidad para dejarse sorprender por una sensación de apremio ante la "amenaza" tan prolijamente difundida.

Me duele haber visto a la gente tan crispada bajo razones, las más veces mentirosas, que fueron torciendo voluntades. Me duelen los embates de una guerra sucia que obnubiló el pensamiento hasta los bordes de la estulticia.

Me duele la defensa a las prebendas de unos cuantos, que se unieron temerosos de perder sus privilegios adquiridos en una inequidad flagrante. Quizá, de otro modo, ya no se habrían multiplicado estas prebendas tan impunemente como antes. Y sólo la perversidad de los mensajes, tan machaconamente repetidos, los llevaron a creer patrañas tales como que perderían su patrimonio. Para bien o, diré mejor, para mal, el país está acotado por las leyes de su tiempo. El reino absoluto del Rey Sol hace siglos ha sido rebasado y Stalin, por ejemplo, murió ya hace más de medio siglo. Hoy imperan leyes que no reconocen fronteras nacionales, pero que es imposible dejar de lado.

Me duele el engaño a una mayoría hambrienta que no sólo es manipulada por el gobierno, sino que asimismo lo es por los sermones parroquiales. Los orígenes humildes del cristianismo hace mucho que son letra muerta, porque el clero dominante tampoco está dispuesto a privarse de sus condiciones ventajosas. Sé, sin duda, también de la existencia de otro que sigue aquellos antiguos preceptos.

¿Qué ofrece esta lucha desigual, donde el más pobre recibirá la displicente limosna de los ricos? El altruismo se vuelve un vocablo equívoco, apoyado en la ignorancia cultivada durante muchas generaciones: "Hijo mío, el premio a tu sumisión lo hallarás en el otro mundo". ¿Y qué hay para éste? ¡No hay nada! Porque los empresarios -tan activamente presentes- buscarán que todo siga igual para ellos. Si acaso, una limosna dirigida a cerrarles los ojos, cerrarlos a la obviedad de la injusticia. Y la clase media -igual de ignorante que la inmensa mayoría- se desbordó enviando y atendiendo mensajes abusivamente mentirosos. Primó el miedo que se esparció como reguero de pólvora.

Me duele mi país en su ignorancia atizada por la moral doble de aquellos que defienden este estado de cosas. Los bienes de la nación deben ser para la "gente decente". Y admiro su eficacia, la eficacia que los vuelve ejército de leones persignados por los mandatos civiles y por el fanatismo que el escaso saber, o querer saber, propicia. ¿Qué gana la inmensa mayoría de pobres? Nada. No gana nada. Si acaso, el emigrar hacia un país con una frontera armada.

El campo no es negocio redituable. Por tanto, que se mueran los que no han comido bien, pero que han sido muy bien nutridos por palabras huecas que aterrorizan buscando paliar -en el discurso- sus carencias. Finalmente, si la fruta o la hortaliza son extranjeras, nosotros, "la gente decente", no nos privaremos de éstas. Los demás, que se rasquen con sus uñas.

Y es que la educación tan defectuosa que ahora -más que nunca- va a estar dispuesta a ejercer una selección natural -no inoperante- que a ésta tendieron los mensajes, y que orilló a permanecer en el camino que hace alarde de una sana macroeconomía, sin tener en cuenta el bienestar de esa enorme cantidad de gente sin futuro.

Pero el poder de la palabra mendaz ha probado sus bondades, mientras aquella clase de muy pequeños burgueses -miopes e ignorantes- luchó con pies y manos para que nada pudiera ser modificado. Un gatopardismo inmundo. La gente, ayuna de protección social, se dejó seducir -en su ignorancia- por el canto de unas sirenas que no lo hacían para ella.

Me duele la ignorancia de la gente de mi país que no mira hacia adelante. ¿Y cómo puede hacerlo en este estado de cosas? El espejismo del país del norte llama a muchos desarrapados con un llamado engañoso a resolver lo que el gobierno dejó al margen. Y esto, a sabiendas del trato lamentable del que son objeto los audaces que deciden arriesgar la vida cuando en su patria han sido abandonados.

Me duele el alarde de democracia que alaba la asistencia a las urnas. Y así sería, si las condiciones no estuvieran manchadas por la serie de amenazas que las enturbió de forma dolosa.

Me duele el alborozo de las mujeres de derecha, que celebran el resultado de estas elecciones. Porque, tanto las mujeres como los homosexuales, como quienes buscan en la educación y la cultura una puerta que permita el libre acceso a este tiempo nuestro, han sido derrotados. ¿Cómo -me pregunto- se alegran de ser ordenados a la obediencia infame que dictan los prejuicios? Y de inmediato me respondo: por ignorancia.

Me duelen las leyes del mercado, que han probado su inefectividad para la mayoría que no goza de los derechos plenos con los que se buscaría el acceso, si el bienestar del país, pero más aún el de sus habitantes, fuera tomado en cuenta.

Pero hoy y mañana el apoyo a la ignorancia continuará su camino en este estado de cosas. ¿Para qué el civismo, la geografía, la historia antigua? ¿Para qué, si se ha acordado, y con esta votación controvertida se apuntala, que es irrelevante para los dueños del capital y para los omisos?

Y en esta ignorancia funesta que nos bordea, surge, crece y prolifera la corrupción, que es otra grave lacra de este pueblo, que pareciera que sólo así subsiste. Unos cuantos, en la abundancia más inicua, el resto, amplio y descartado desde la cuna, es conducido borreguilmente a obedecer las palabras de la "gente de razón".

Me duele la democracia, acotada por las amenazas y la superioridad de los que dominan con su verbo tramposo.

Me duele mi pobre país. Y me duele verme en esta indefensión.


Aline Pettersson

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lunes, mayo 01, 2006

Miedo a México
Denise Dresser

El odio a primera vista. El temor destilado. La mezcla de ambos sentimientos en la campaña del PAN contra Andrés Manuel López Obrador. Día tras día, spot tras spot, declaración tras declaración, los panistas atizan dos sentimientos que van de la mano. Porque no hay odio sin miedo. Porque el odio es el miedo cristalizado, objetivizado, su dividendo: odiamos lo que tememos y el odio florece donde el miedo acecha. El PAN promueve el miedo a un candidato y piensa que tiene derecho a hacerlo por lo que dice y ha hecho. Pero eso es sólo parcialmente cierto. El miedo a AMLO que los panistas siembran y ciertos sectores del país cosechan es -en el fondo- miedo al país.

Miedo a ese país de pobres, de "nacos", de indígenas, de desarrapados. Miedo a quienes viven parados en los camellones vendiendo chicles o subsisten en el campo cultivando maíz. Miedo a los mineros enojados y a los cañeros sublevados. Miedo a los resentidos y a los marginados. Miedo a mirar la realidad del subdesarrollo detrás de la retórica de la modernidad. Miedo a la verdad y a nosotros mismos. Miedo a mirar al país tal y como es. Detrás de los mitos. Detrás de las cercas electrificadas cada vez más altas en Las Lomas. Detrás de la hipocresía fundacional en un país profunda y dolorosamente desigual.

Ese miedo al México que hemos construido, disfrazado de rechazo a una persona a la cual se erige como el antiCristo. "Un peligro para México". En todas las conversaciones, en todos los cocteles, en todas las cenas. Mensajes reiterativos -repletos de descalificaciones- enviados a través del internet sobre AMLO. Ignorante. Autoritario. Deshonesto. Cobarde. Demagogo. Violento. Anti-institucional. Mentiroso. Tiene personalidad múltiple. A un compañero lo golpeó cuando le daba la espalda con una pelota de beisbol (después murió). Junto con Hugo Chávez y Fidel Castro creará una América comunista. Aborrece a la gente con dinero. Mató a su hermano. En realidad usa relojes caros y trajes Hugo Boss. Es un naco. Sólo gobernará para los pobres. Su única forma de expresarse es a través de expresiones coloquiales. Una tras otra, preocupaciones legítimas acompañadas de juicios que no lo son.

Una tras otra, percepciones fundadas acompañadas de prejuicios escondidos. Porque como lo escribió Burke, ninguna pasión roba a la mente de sus poderes de actuación y razonamiento como el miedo. Ese miedo que desquicia, que enardece, que polariza. Ese miedo que el PAN detecta y comercializa en las pantallas de televisión. Ese miedo que impide evaluar a López Obrador con la cabeza fría y el corazón en calma. Que obstaculiza la critica necesaria basada en los hechos y no en las diatribas. Que impide ver lo bueno y lo malo de su gestión en el Distrito Federal. Lo positivo y lo negativo de su proyecto alternativo de nación. Lo aplaudible y lo criticable de las propuestas que ha planteado.

Esa labor de discernimiento que una ciudadanía consciente debería asumir como obligación, frente a López Obrador y también frente a sus contrincantes. Esa tarea de externar las preocupaciones legítimas en torno a los derechos de propiedad, la irresponsabilidad fiscal, el alivio a la pobreza acompañado de la creación de riqueza. Esa tarea que hoy quienes odian con virulencia no pueden llevar a cabo. Están demasiado ocupados odiando, vociferando, vituperando. Odiando, quizás, por un sentido de culpa. Temiendo, quizás, porque viven con la conciencia intranquila. Porque cuando se odia tanto a una persona se está odiando algo que es demasiado profundo y poderoso para ser asumido de manera consciente. Porque cuando se odia tanto a una persona, se está odiando también parte de uno mismo, como escribió Herman Hesse en Demian. Lo que no forma parte de una persona no preocupa, pero López Obrador preocupa precisamente por lo que revela de México y su población.

Por ese espejo que coloca ante los ojos del país y quienes han permitido que sea como es hoy. Un lugar rico con muchos pobres. Un lugar con más multimillonarios que Suiza, según la lista más reciente de la revista Forbes. Donde gran parte de las fortunas han sido acumuladas en sectores con poca o ninguna competencia y protegidos por el gobierno. Donde funcionarios de Telmex están intentando bloquear la aprobación de la nueva ley competencia porque buscaría precisamente fomentarla. Donde según un estudio reciente de la ONG Fundar, 7 de cada 10 mexicanos padecen un abuso de autoridad cada vez que pisan un Ministerio Público. Donde el 94 por ciento de los delitos no son resueltos. Donde el 40 por ciento de las mujeres dicen haber padecido la violencia doméstica. Donde los responsables del Pemexgate son premiados con una senaduría. Donde 17 millones de personas viven en pobreza extrema. Datos duros de un país donde la vida es difícil para la mayoría de quienes sobreviven en él.

Eso es lo que debería provocar miedo. Eso es lo que debería producir temor. Eso es lo que los mexicanos deberían combatir y cuestionar y odiar y recordarle a los candidatos presidenciales, todos los días a toda hora. Y eso es lo que explica que Andrés Manuel López Obrador sea puntero con posibilidades reales de ganar, aunque no tenga la mejor propuesta para gobernar. Hay demasiados mexicanos para los cuales el país no funciona. Hay demasiados mexicanos para quienes más de lo mismo significaría peor de lo mismo. Hay demasiados mexicanos que buscan una transformación a fondo del país que los ha excluido o maltratado o ignorado. Y también hay demasiados mexicanos que no lo entienden, para los cuales el país marcha. El país avanza. El país les permite vivir bien, aunque sea detrás de muros cada vez más elevados. Aunque sea con miedo.

Por eso el mismo líder que es carismático para los desposeídos -cuya salvación está en el cambio- es peligroso a los ojos de quienes no ven en el cambio la respuesta, sino la ruina. La esperanza de unos es el miedo de otros. Y el miedo es un garrote usado, a lo largo de la historia, por los sacerdotes y los reyes y los presidentes y los candidatos para evitar que la gente recobre bienes robados. Bienes públicos que han sido privatizados, monopolizados, arrebatados. ¿Qué es y ha sido más peligroso para México? ¿López Obrador o un sistema socioeconómico que concentra la riqueza y no quiere distribuirla de manera más justa? ¿López Obrador o élites políticas, sociales y empresariales satisfechas con las tajadas que se sirven? El odio feroz a AMLO ata a sus críticos a un adversario falso. El verdadero peligro para México no es un hombre, sino la resistencia de tantos a compartir el país y gobernarlo mejor.

Denise Dresser*

* Denise Dresser es Doctora en Ciencia Politica por la Universidad de Princeton y Profesora del ITAM

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jueves, marzo 30, 2006

Hijos del Absurdo
Federico Reyes Heroles

(Grupo Reforma)

Ciudad de México, México (mar 28 2006 4:00am).- Como en el mejor de los dramas clásicos nos encaminamos a lo que no debería ocurrir. Intuimos la última escena y nos dan ganas de que el héroe a punto de condenarse -en este caso el pueblo- despierte ante el engaño de una trama tejida como con perversión celestial. Shakespeare estaría encantado; los enredos de Hamlet con su padre y su madre resultan de párvulos frente a los laberintos mexicanos. El asunto va más allá de filias y fobias radicales que la persona de AMLO provoca. Eso es ya lo de menos, el hecho es que su potencial triunfo sigue siendo un poco absurdo. El absurdo se mofa de la racionalidad, el absurdo alimenta la desesperanza, el absurdo nos orilla al cinismo. Recordemos la historia reciente.


Después de un periodo de innegable auge económico de varias décadas que, con todos sus defectos propició prosperidad para decenas de millones de mexicanos, bastaron dos gestiones irresponsables, las de Echeverría y López Portillo, para dar al traste con todo. Absurdo pero echaron por la borda la mejor herencia del "desarrollo estabilizador": el orden financiero. En la llamada "docena trágica" los mexicanos vivimos los horrores de la inestabilidad. Déficits incontrolados, inflación desbocada, devaluaciones, populismo galopante, un infierno. Como siempre los que más sufrieron fueron los más pobres que vieron cómo sus salarios se deterioraban casi día a día. La posibilidad de ahorrar desapareció, la prosperidad como anhelo se alejó, muchos patrimonios se desvanecieron. De allí que uno supondría a México vacunado contra el populismo. Absurdo, pero no es así.


Al país le tomó tres gestiones -De la Madrid, Salinas y Zedillo- para retomar el camino del crecimiento. Ordenar las finanzas, construir un nuevo esquema de desarrollo más allá del omnipresente estatismo, abrir la economía con todos los traumas que eso implica, se llevó 18 años. Recordemos que buena parte de las reformas que hoy permiten cosecha las impulsaron los que -absurdo- hoy se consideran enemigos irreconciliables: el PRI y el PAN. Por supuesto que en el camino hubo muchas desviaciones y vergüenzas, pero al final del día la ruta era la correcta. La cosecha se empezó a anunciar al final de la gestión de Zedillo: los salarios reales volvieron a crecer; los reclamos laborales cayeron en picada; las tasas de interés se estabilizaron, los créditos aparecieron en el horizonte; los beneficios de las exportaciones producto del TLC por fin llegaron a millones de hogares; el consumo creció;
el enlace de Solidaridad y Progresa mostró que una disminución de la miseria extrema era posible. Pero absurdo de nuevo, este grupo que consiguió parte de lo que se propuso, terminó dividido, peleado y en el peor de los desprestigios.


Fox llegó a la Presidencia con la propuesta de un cambio democrático que era necesario. Sin embargo, su triunfo lo obtuvo, absurdo de nuevo, masacrando al único aliado con el cual podía continuar las reformas: el PRI. Con un discurso agresivo Fox agravó una auténtica persecución de los llamados "tecnócratas" que casualmente fueron los que recuperaron la estabilidad de la que él gozaría. Así de absurda puede ser la política. La derrota del 2000 hizo que también el PRI se volviera contra algunos de sus mejores hombres -"tecnócratas"- y los marginara groseramente. Los constructores de lo que hoy gozamos fueron y son todavía parias. Sin embargo Fox, en los hechos, tuvo un acierto, darle continuidad a esas políticas implementadas por los "tecnócratas" que tan útil le fue criticar. Absurdo pero muchos de los logros de este sexenio se dan por una continuidad vergonzante en quienes debían reivindicar
sus triunfos. Muy absurdo.


Llegamos al sexto año de Fox con un crecimiento magro resultado de la ausencia de reformas que debieron haber impulsado el PAN con el PRI. A pesar de ello la cosecha de las anteriores reformas y políticas que el PRI y el PAN impulsaron es patente y cotidiana. ¡Pero ellos no la saben vender! Los salarios reales crecen desde hace ocho años; el consumo se ha incrementado de manera significativa; más allá de la cantidad, hoy los mexicanos tenemos -como resultado de la apertura- muchas más opciones. Gracias a que las tan despreciadas variables macro económicas están encauzadas, los créditos se reactivan; las acciones en vivienda llegan a 15 millones de mexicanos; cientos de miles de coches nuevos circulan por las calles y, quizá lo más importante, 5 millones de familias de pobreza extrema han mejorado su situación. Por supuesto que el camino es largo, pero hoy como nunca los riesgos del populismo
deberían ser evidentes para los mexicanos. Se trata de un trauma propio que sangró al país. Absurdo, pero pareciera que no es así.


Lentamente los impulsos reformadores de la apertura, del TLC y del tratado con la Unión Europea, etcétera, se acaban. ¿Quién impulsará el nuevo capítulo modernizador? El PRI que hoy podría engallarse con las medidas que impulsó, se desgarra y pierde rumbo. El PAN que debería ser capaz de cosechar, se obsesiona con temas que a muy pocos llegan y sigue el pleito con su aliado natural. Fox que tanto criticó al populismo, desbroza el camino para su regreso. Porque en la confusión de esta compleja trama -absurdo de absurdos- el beneficiado es un discurso populista que nadie detiene. Pareciera que un cuarto de siglo ha sido suficiente para borrar la conciencia histórica.


Cegados por el enredo muchos electores ya no saben quién es quién y qué defienden. Los parlamentos ocultan en lugar de aclarar. El PAN contra el PRI y viceversa y todos contra los modernizadores. ¡Genial! Resultado, de seguir así de nuevo seremos hijos del absurdo.


Federico Reyes Heroles

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Una mirada hacia la política nacional
Denise Dresser

He recibido lo siguiente, parte de un discurso de la analista Denisse Dresser ante socios del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) el pasado mes de Noviembre de 2005. Interesante análisis de los principales tres candidotes presidenciables, un punto de vista altamente ilustrativo que jamás escucharemos por televisión.


Hoy México padece una democracia disfuncional, independientemente de quien llegue al poder en 2006, porque el andamiaje institucional no permite la construcción de mayorías legislativas estables y eso significa que cualquier agenda reformista será obstaculizada por los partidos de oposición en el Congreso, que no tienen hoy por hoy, ningún incentivo de colaborar con el Ejecutivo y tienen todos los incentivos para no hacerlo, porque paralizar al Presidente se vuelve la ruta de fast track (de regreso rápido a Los Pinos).

Ahí está lo peor del PRI, marchando de regreso y ahí esta un político populista y anti institucional, por el cual muchos que querían el cambio votarán tan sólo por comparación.

Este es el resultado de la Presidencia de Vicente Fox

Y por eso cuando le preguntan sobre sus mayores aciertos, dice "el 2 de julio de 2000", tiene razón, fue su momento de triunfo, fue un parte aguas que el país le debe agradecer, fue lo más que pudo dar, dado la persona que es.

Porque hay más vivienda, es cierto... Hay estabilidad macroeconómica, es cierto, es indudable. Hay un Instituto Federal de Acceso a la Información, es cierto, pero si Vicente Fox hubiera hecho campaña prometiendo sólo eso, no hubiera ganado la Presidencia.

Su mandato nunca fue gobernar menos, sino gobernar mejor... Su mandato nuca fue pedir paciencia, sino gobernar con urgencia.

Entender que el status quo no funciona para cientos de empresarios, para miles de consumidores, para millones de mexicanos.

Porque mientras el Presidente se congratula a sí mismo, México se va quedando atrás... Mientras el Presidente ve el vaso medio lleno, y quizá Ustedes también, la mirada mundial lo ve medio vacío.

Cada vez más vacío en términos de competitividad, de productividad, de lo que mueve a una economía y la moderniza.

Como escribe un columnista del New York Times, en el libro, "El Mundo está plano", mientras dormíamos en este sexenio, la tecnología y la geoeconomía están aplanando al mundo.

La innovación marcha a pasos veloces, nivelando el terreno de juego para quienes puedan competir y estén dispuestos a hacerlo. Ahí están los ingenieros en la India, los diseñadores en China, innovando, compitiendo, generando riqueza y distribuyéndola.

Y ahí está México, atorado, paralizado, parasitario, viviendo de los precios del petróleo y del regalo de las remesas.

Con un gobierno que en términos de política económica está cojeando a la defensiva en vez de correr a la ofensiva.

Con una política económica que se precia sí, de mantener la estabilidad, como si no fuera posible apostarle o aspirar a más.

Con un paquete de reformas estructurales que no fue aprobado al inicio de sexenio y no lo será.

Mientras tanto, ¿qué pasa con el partido del Presidente ante este escenario?

Desde hace una década el PAN enfrenta un reto, el reto, seguramente Ustedes lo han escuchado: ganar el poder sin perder al partido; participar en la política sin perder los principios.

Cada vez que el PAN gana una elección, padece una crisis de identidad. Se enfrenta a un dilema hamletiano. Ser partido en el poder o ser partido que lo critica; ser gobierno que se ensucia las manos, o ser una fuerza política que se rehúsa a hacerlo. Ser una organización de masas o una coalición de élites. Ser un partido "canasta" que gobierna en el centro del espectro político, o regresar a sus raíces de centro derecha; pues con el arribo de Vicente Fox al poder, esa crisis de identidad se vuelve permanente, llega para quedarse, y el PAN lleva cinco años enfrentándola mal, resolviéndola mal, encarándola mal.

A veces ha jugado a ser partido en el poder, y a veces ha evadido esa responsabilidad. A veces ha apoyado a Vicente Fox y a veces lo ha saboteado, como lo hizo en la votación a la Ley de Derechos Indígenas.

A veces ha forjado acuerdos con el inquilino de Los Pinos y a veces ha actuado como si no existiera, y el resultado de ello ha sido un gobierno - en muchos sentidos - paralizado y un partido desdibujado, que también tuvo entre sus manos una oportunidad histórica y no supo qué hacer con ella.

Y ahí está el caso de Santiago Creel, el hombre que creó la percepción generalizada de "concesiones a cambio de spots, de permisos a cambio de apoyos, y que probablemente perdió la candidatura presidencial de su partido por ello.

Ahora, con Felipe Calderón, el PAN recupera la esperanza, recupera la unidad, recupera la capacidad de sentirse en la contienda, porque con Creel como candidato, el PAN iba rumbo a un lejano tercer lugar.

Ahora la candidatura de Felipe Calderón le permite al PAN levantar la cabeza, competir sin pena, le devuelve el honor perdido a un partido deprimido.

Calderón capitaliza la frustración del PAN y ofrece una salida a ella, una salida digna, con un candidato que también lo es, porque aunque no sea un político carismático, es un político inteligente. Aunque Calderón no sea un hombre totalmente palacio, es un hombre totalmente panista.

No es el pensador más original, pero es el candidato más serio. No es el líder más visionario, pero es el panista más consistente.

Él promete regresar al PAN a sus orígenes y ese es un dilema para el cual el PAN hoy no tiene solución, porque la vuelta al PAN de antes, si eso es en realidad lo que está proponiendo Felipe Calderón, los llevará inevitablemente a perder la Presidencia.

Porque quienes creen que Felipe Calderón puede ganar la elección presidencial así, con el PAN de antes, también piensan que Vicente Fox ganó gracias al PAN y a la movilización partidista que el partido le ofreció.

Pero Vicente Fox llegó a Los Pinos en el 2000 por la manera en la que amplió a su partido y lo hizo crecer, con el voto útil y los apoyos que produjo; con el pragmatismo que hoy los panistas critican pero que hace cinco años tanto los benefició.

Con una candidatura carismática que logró armar una coalición heterogénea y arrebatársela al PRI. Hoy Calderón ha dicho que propone un regreso al PAN con pacto sólido de antes.

Un PAN que es la antitesis del foxismo y se define en oposición a él, un PAN que de ser así, será más angosto, más pequeño, menos capaz de conseguir apoyos multiclasistas y ganar una elección nacional con ellos.

El problema para el PAN en el 2006 no es que a Felipe Calderón le falte madera presidencial, es que quizá el bosque panista no va a tener los suficientes árboles.

Para llenar ese bosque Felipe Calderón ya empieza a construir una candidatura y lo hace entrevista tras entrevista, promesa tras promesa.

El panista tradicional intenta no actuar tanto como tal, de ahí que se reúna - por ejemplo - con Elba Esther Gordillo.

Esas decisiones tienen razón de ser, dado quien es y dada la elección que viene, el PAN tendrá que convencer mucho más allá de su espectro tradicional.

La elección de 2006 empieza a vislumbrarse como una batalla frontal entre dos maneras de ver a México y cambiarlo.

Dos formas de entender a la economía y hacerla crecer. Dos prismas para mirar al país, una elección que será quizá, entre lo blanco y lo negro.

Y Felipe Calderón, Ustedes han visto, va subiendo en las encuestas, va creciendo en las preferencias, va armando apoyos entre la clase empresarial y las clases medias, aprovecha el descrédito del PRI, aprovecha que hay electores independientes que antes estaban con AMLO porque no tenían a dónde ir, y muchos empiezan a percibirlo como un salvavidas blanquiazul, un candidato aburrido pero confiable, un candidato aplaudido porque por lo menos no es los otros dos.

Pero antes de abrazarlo sin miramientos, creo que nos corresponde evaluarlo bien y ojala Ustedes lo hagan cuando él llegue aquí en media hora.

Antes de alzarlo en hombros habría que ver qué va a instrumentar cuando lo coloquemos ahí; porque dice sí, qué va a hacer, pero no dice políticamente cómo.

Dice que no repetirá los errores de Fox, pero no se atreve a decir cuáles son.

Dice que ofrecerá un México moderno, pero no nos da instrucciones precisas sobre cómo él sí va a alcanzarlo.

Dice mucho de lo que decía el Presidente Vicente Fox en su campaña en el 2000.

Enfatiza que su candidatura representa el futuro, pero no logra librarse del pasado, ese pasado reciente en el cual el PAN fue partido en el poder y no logró usarlo con eficacia.

Ahora, queda claro que Calderón ya sabe dónde está parado, el PAN ya sabe dónde está parado... cerca del mercado y lejos del Estado... cerca de la globalización y lejos del proteccionismo... cerca del modelo de Irlanda y lejos de Argentina... habla en un idioma que Ustedes seguramente aprecian, habla de inversión, de productividad, de otras experiencias globales y cómo emularlas... habla de desmantelar los cuellos de botella que aprisionan a la economía y explican su estancamiento, le apuesta al supermercado de la integración global, por encima del laberinto de la soledad.

Y esas propuestas parecen razonables, factibles, el problema es que México ya las escuchó... son las mismas palabras que pronunciaron Ernesto Zedillo y Vicente Fox, y Carlos Salinas de Gortari... al oír a Calderón muchos mexicanos sienten un dejo de "deja vu", ¿por qué?

Porque esas son las palabras que desde los ochentas se escuchan en México con la idea de abrir el mercado y transformarlo, salvar a México de sí mismo, vinculándolo con el mundo. Desde hace 20 años México oye esas palabras y las sigue.

Pero lo hace mal... con privatizaciones poco transparentes y poco reguladas, con cambios económicos que benefician a empresarios pero no a consumidores; con una política comercial, que no es acompañada por una política que genere nichos de mercado. Con resultados a la vista que explican por qué AMLO es puntero presidencial.

Una economía que no crece lo suficiente, una clase empresarial que no compite lo suficiente, un arreglo socioeconómico que no crea la riqueza suficiente y se apropia de la que hay.

Y frente a eso, Felipe Calderón está ofreciendo en esencia, más de lo mismo. La misma retórica modernizadora, la misma apuesta a las reformas que el país necesita. El problema es que eso no bastará.

Para modernizar a México no será suficiente usar las palabras correctas, ni prometer los planes adecuados. Hacerlo requerirá actuar como no lo hizo el PAN en este sexenio, en varios terrenos cruciales.

Y ojala Ustedes presionen a Felipe Calderón en este sentido. Requerirá confrontar a sectores privilegiados y a intereses enquistados. Requerirá convencer a una población cada vez más escéptica en torno a las reformas estructurales y su necesidad. Requerirá construir una mayoría legislativa que apoye los cambios requeridos, en vez de sabotearlos a cada paso.

Y el yugo para Calderón es que Vicente Fox intentó hacer precisamente eso, y no lo logró. El PAN prometió hacer precisamente eso en este sexenio y no lo logró, y ahora tendrán que convencernos de que sí sabrán cómo hacerlo, negociar, convencer, ofrecer zanahorias y empuñar garrotes, domesticar a los sindicatos recalcitrantes y a los empresarios monopólicos. Construir apoyos cuando sea posible y comprarlos cuando sea necesario.

Ejercer el poder en vez de sólo compartirlo, ése es el reto para el PAN y su candidato hoy.

Ahora paso a su contrincante, su adversario, AMLO, que a pesar de los video escándalos, a pesar del desafuero y quizá gracias a él, lleva treinta meses al frente de las encuestas, con un margen que va disminuyendo, pero ha estado ahí desde hace más de dos años.

¿Por qué?

Porque a menos de que termine bajo tierra, AMLO tiene la oportunidad, tiene la posibilidad de ser Presidente de México y no lo será necesariamente gracias a sus méritos, sino gracias a sus enemigos. No lo será necesariamente gracias a las propuestas que ha ofrecido, sino a las patadas que le han propinado.

Porque México ama feroz y desesperadamente a sus mártires, a sus víctimas, a todos aquellos que han padecido el peso del poder, a todos aquellos que han enfrentado la persecución injusta.

No sé si Ustedes fueron a la marcha contra el desafuero, yo fui, simplemente como analista, a ver... y ahí estaban las pancartas, ahí estaba Madero, ahí estaba Villa, ahí estaba Zapata... y ahí estaba AMLO.

Consagrados todos ellos por asumir las causas del pueblo y pelear en su nombre, venerados por pelear contra la injusticia y evidenciarla.

Y López Obrador está donde está hoy, porque como dice un cineasta, la gente piensa en función de narrativas: en principio, mitad y fin.

La gente piensa en función de historias sencillas y tramas inteligibles, los buenos y los malos, los héroes y los villanos, los pobres y los ricos, los que hablan en nombre del pueblo y los que buscan callarlo.

En México, el poder - como ustedes saben, por haber sido educados o endocrinazos con sus libros de texto gratuito -, el poder se conquista con narrativas de injusticia y redención.

La reputación se consolida a golpes de tesis y antitesis de manera maniquea. Los buenos y los malos, los caudillos que han luchado por México y los traidores que lo han saboteado: Hidalgo contra la colonia española, Juárez contra Maximiliano; Cárdenas contra los intereses petroleros; el Rayo de Esperanza contra el complot de la cúpula.

AMLO entiende esta narrativa a la perfección y por eso fue el gran ganador del desafuero, porque hizo lo que siempre ha hecho, y es lo que está haciendo hoy: confrontar para escalar costos, escalar costos para producir conflictos, producir conflictos para obtener salidas negociadas. Jorge Castañeda lo sugirió, y creo que fue lamentable hacerlo.

AMLO dijo que había que pararlo a la buena o a la mala, pues ahí están los resultados de haber intentado hacerlo a la mala, un Presidente que ya no podía salir de Los Pinos sin ser confrontado por estudiantes de preparatoria con pancartas, acusándolo de traidor a la democracia. Un gobierno criticado a nivel internacional por traicionar un proceso democrático que lo había llevado al poder.

Una Primera Dama, la Salomé de Celaya., que será recordada por pedir la cabeza de un mártir.

Un vocero presidencial que ya no quería hablar y un PAN que se enorgulleció de exponer a un mártir, pagándole la fianza cuando había contribuido a crearlo, y un AMLO convertido desde entonces en mártir, en víctima, envuelto en teflón durante meses, aunque ya ese teflón comienza a despostillarse.

Sus enemigos contribuyeron, por lo menos durante seis meses, a hacerlo políticamente indestructible.

Ahora ¿qué enfrenta en su camino a la Presidencia?

Pues que antes seguramente Ustedes lo comparaban con Lula y ahora lo comparan con Chávez. Antes se aplaudía su moderación y ahora se condena su estridencia.

Antes, recuérdenlo cuando fue Jefe de Gobierno en los primeros tres años, parecía el líder inevitable de una izquierda moderna. Hoy parece el dirigente polarizante de una izquierda recalcitrante.

Para muchos miembros de la clase media y sobre todo para los miembros de la clase empresarial de este país, el Peje ya no es un hombre al cual haya que impulsar, o ni siquiera tolerar, si no que es necesario, frenar. La consigna creciente, en sectores como el de Ustedes es "cualquiera, menos AMLO"

Porque la percepción pública de AMLO está vinculada y controvertiblemente creo, que a la figura de Chávez, a la reputación de Chávez, a los temores que incita y a los miedos que provoca.

Y las comparaciones son inevitables por la conducta confrontacional que ambos usan, por el cuestionamiento incesante del status quo que ambos hacen, por la manera en que hablan de la necesidad de purificar la vida nacional y reinventarla.

¿Por qué?, porque ambos ven al establecimiento político de sus países y deploran lo que ven ahí: Congresistas corruptos y políticos rapaces; empresarios que ordeñan al país y quieren seguir haciéndolo; elites que protegen sus intereses y ciudadanos que pagan el precio.

Pero curiosamente el diagnóstico que hace AMLO de la vida nacional, y por ellos es puntero, es el acertado.

México se ha convertido en un país de pobres marginados y ricos amurallados. De bodas fastuosas en Valle de Bravo, el mismo día de la marcha multitudinaria contra el desafuero.

AMLO revela una verdad ampliamente reconocida, pero poco discutida: México no es un país de ciudadanos, es un país de intereses y de ahí su popularidad. De ahí la percepción de su honestidad entre ciertos sectores, saca un espejo enterrado y confronta al país con su propio reflejo, con el perfil de la desigualdad, con los rasgos de la inequidad, con la imagen de un país partido en dos, donde pocos ganan y muchos pierden.

Sin embargo, la solución que ofrece AMLO hoy, y les recomiendo que lean sus 50 compromisos y su Proyecto Alternativa de Nación, esa solución que ofrece, dista de serlo.

Ofrece planes que huelen a viejo, presenta ideas que son insuficientes, propone alternativas que en realidad no lo son, sabe lo que no funciona, pero no sabe cómo arreglarlo, y el problema es que cree que lo sabe, cree que las buenas intenciones del Proyecto Alternativo de Nación bastarán para gobernar y no escucha a quienes quisieran decirle que no es así.

Lo más preocupante para mí, de López Obrador, no es su retórica, sino su reticencia. Lo más alarmante de López Obrador no es su populismo sino su tozudez, su ignorancia sobre su propia ignorancia y su aparente desprecio por una democracia construida sobre los cimientos de la ciudadanía.

Tan es así que recuerden su reacción frente a la marcha ciudadana contra la inseguridad.

Ahora bien, e insisto, López Obrador es producto de sus enemigos, es un político creado por un sistema disfuncional.

AMLO ha crecido porque otros se encogen.

Porque el PRI no se reforma, sino se canibaliza, porque el Congreso sabotea reformas en vez de fomentar su aprobación, porque el poder judicial no funciona para la mayor parte de los habitantes de este país, porque el sector empresarial sigue defendiendo posiciones privilegiadas además del costo que entrañan para los consumidores y el país que habitan.

Porque la partidocracia reinante debilita el funcionamiento de la democracia incipiente.

Él esta ahí porque la impunidad persiste en las calles y en el Congreso, en Televisión Azteca, en Ciudad Juárez.

AMLO existe hoy por todo aquello que la clase dirigente de este país tenía que haber hecho ayer, reformarse, renovarse.

El mejor antídoto AMLO sería una democracia funcional y una política económica que supiera qué hacer con los pobres.

Y paso al tercer candidato y a su partido.

¿Qué ocurre con el PRI? En los últimos cinco años ha estado reorganizándose, reconquistando espacios en la periferia como una forma de ganar el centro, aprovechando los espacios políticos que deja una Presidencia encogida, regresando porque no hay nada que lo pare, avanza por default, avanza con líderes desacreditados, avanza a pesar de divisiones internas, avanza porque puede, recurriendo a todo lo que sabe hacer: el dinero, la intimidación, la movilización clientelista, las instituciones electorales débiles a nivel local, el alto abstencionismo; digamos, el Modelo Estado de México, ampliado a nivel nacional.

Manda un mensaje, ¿cuál ese mensaje?, que para ser competitivo en este país, todavía el PRI no necesita modernizarse, puede seguir siendo como exactamente siempre ha sido y aún así contender, y en ese sentido Roberto Madrazo va a ser el candidato de los desilusionados con la democracia; de los que creen, como Elba argumenta, que la pura alternancia no nos ha llevado a ningún lado.

De aquellos que prefieren la corrupción compartida del PRI a la ineptitud institucionalizada del PAN.

Madrazo le apuesta a la añoranza de muchos mexicanos por los que sí sabían como hacerlo, por el viejo sistema de reglas claras y complicidades predecibles. Y muchos dirán, y ya dicen, que ese sueño del pasado es preferible a la parálisis del presente.

Que más vale el priísta malo por conocido, que el perredista malo por conocer.

Y para la mayoría de los priístas, Madrazo es la gallina de los huevos de oro, es el que levanta al PRI del piso después del año 2000 y lo pone a ganar. Es el que promete el regreso a los viejos modos, a las viejas maneras, a la forma de vida que fue, y que a tantos benefició.

Aunque huela a viejo, huele a conocido y aunque sea el candidato potencial con los negativos más altos, cuenta con los apoyos priístas más extensos.

Y por eso no le preocupa ser impugnado por la sociedad, no le preocupa la mala percepción que ciertos sectores tienen de él y por ello está aferrado a su candidatura. Su apuesta es al voto duro del PRI y a la baja participación del país.

Su apuesta es a la movilización de los priístas y a la desilusión de los ciudadanos, él cree que la maquinaria engrasada podrá aplastarlos.

Y en ese sentido, el predominio de Roberto Madrazo, el hecho de que siga siendo un candidato viable en este país, cuando en cualquier democracia funcional no lo sería por su trayectoria, es síntoma de un problema más profundo: el PRI no cambia porque el país no se lo exige. El PRI no evoluciona porque nadie le pide que lo haga, el pragmatismo inescrupuloso de muchos priístas refleja el de muchos mexicanos.

El PRI sigue ahí, ese tipo de PRI sigue ahí, porque el país que gobernó durante tanto tiempo también sigue ahí.

El pequeño priísta que muchos mexicanos cargan dentro todavía vive. Ese pequeño priísta para el cual pararse en un semáforo rojo es una opción, no es una obligación. El pequeño priísta para el cual pagar impuestos es una opción, mas no una obligación.

Miles siguen votando por el PRI porque perciben a la política como un intercambio de favores, como una circulación de prebendas, como una protección continua de intereses compartidos.

Seamos honestos, para muchos mexicanos el mejor político no es el que defiende la ley, sino el que la dobla y desparrama los beneficios que conlleva hacerlo.

Y Madrazo encuentra interlocutores porque habla su idioma y en ese sentido es un espejo de los males de México, y el PRI de Madrazo y de Montiel, es el peor PRI.

Ese PRI que le va a ofrecer a Montiel una Senaduría en vez de un juicio.

Los métodos de Roberto Madrazo son los peores métodos, el PRI que resucita no es ese partido modernizador y tecnoburocrático de los ochentas y noventas, no es el partido que propuso reformas necesarias y reconoció realidades innegables.

El PRI de Madrazo es un conjunto de caudillos rapaces que perciben al país como su coto y lo gobernarán como tal.

Y ustedes seguramente estarán preguntándose cuál es la posición del PRI frente a las reformas estructurales... pues no tiene una posición. Ante las posturas claramente definidas de sus adversarios, el PRI cultiva la ambigüedad, tanto el partido como el candidato se retuercen, se escurren, no quieren comprometerse y se rehuyen a hacerlo.

Cuando se les pregunta sobre las reformas estructurales dicen que apoyan cualquiera que eleve el nivel de vida de la población, cuando se les pregunta sobre la reforma fiscal, contestan de manera cantinflesca como lo hace Roberto Madrazo, y lo voy a citar:

"Yo no soy partidario de la reforma fiscal porque voy a terminar cobrándoles más impuestos, porque quiere decir que necesito más dinero como gobierno y una reforma fiscal hacendaria tiene que ver también con el gasto"... los invito a que interpreten esta declaración.

El PRI lleva mucho tiempo volteándose y poco tiempo defendiéndose, lleva meses mirando cómo imponer consensos hacia adentro en vez de construirlos hacia fuera, tan es así que Roberto Madrazo no está aquí hoy (en la Convención IMEF).

Como lo único que tiene a su favor el PRI es una maquinaria electoral heterogénea, no quiere alinear a sus tuercas, como no fue creado para proponer ideas, ahora lo rehuye, por eso el PRI a veces es neopopulista y a veces es neoliberal, a veces aplaude las reformas estructurales y a veces las condena.

La definición en esos temas cruciales que a Ustedes les interesa, entrañaría la exclusión, y el PRI no quiere perder a más de sus miembros.

Para el PRI no importan con qué ideas se llega al poder, basta con arribar unido.

Y por ello, ante este escenario, yo creo que la elección de 2006 va a ser una disputa por la nación, como alguna vez escribieron Rolando Cordera y Carlos Tello hace 20 años.

Ahí esta el debate añejo entre los aperturistas y los nacionalistas, los neoliberales contra los neopopulistas, los que creen que México debe convertirse en un país extranjero y los que se oponen a ello.

Cada bando usando un tono alarmista para presentarse como la fuerza que salvará la situación.

Ahí están dos mundos en colusión, dos proyectos distintos de nación, dos partes de un mismo país que no logra reconciliarse y que no logrará reconciliarse si no lidiamos con el meollo del asunto.

Y con esto ya termino.

¿Cuál es el problema?

Más allá de los candidatos y los partidos y lo que les vengan a decir aquí hoy, el problema es cómo se hace política en México.

En México muchos viven con la mano extendida, con la palma abierta, esperando la próxima dádiva del próximo político, esperando la próxima entrega de lo que Octavio Paz llamó el Ogro Filantrópico, el cheque o el contrato, o la camiseta, o el vale, o la licuadora.

La generosidad del estado que con el paso del tiempo produce personas acostumbradas a recibir en vez de participar, personas que son vasos y tazas, ciudadanos vasija, ciudadanos olla, resignados ante lo que se vacía en ellos, lo poco que se vacía en ellos.

¿Por qué el país no crece como debería?, ¿por qué la economía no avanza como debería?, porque los pobres no dejan de serlo.

¿Sabían que día con día en este país la desigualdad aumenta mientras la movilidad social disminuye? ¿Sabían que el hijo de un obrero sólo tiene el 10 por ciento de probabilidades de convertirse en profesionista?

Nacer en la pobreza en México, como lo hacen 48 millones de personas, significa, en la mayor parte de los casos, morir en ella, porque desde hace cientos de años el país le apuesta a sus recursos naturales y a la población mal pagada que los procesa.

Se erige por eso en un país de pocos dueños y muchos trabajadores, de hombres ricos y empleados pobres. Crea virreinatos y haciendas y latifundios y monopolios, concentra la riqueza en pocas manos y construye gobiernos que lo permiten compartiendo el mismo fin.

Conservadores o liberales, priístas o perredistas, no importa, gobiernos que protegen al capital por encima del trabajo. Que mantienen baja la recaudación, y no tienen recursos suficientes para invertir en su población.

Por todo ello, este 2006 votaremos por el menos peor de los candidatos, no por un buen candidato...

(...)


Denise Dresser

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lunes, marzo 20, 2006

A un mes del escándalo del Gober Precioso y su Héroe.

"...cuando uno tiene ese nivel de responsabilidad y es
acusado de esa forma, sobre todo con algunas evidencias
que ya existen, no diría que por dignidad, sino por vergüenza
y por responsabilidad habría que renunciar"
Ana Rosa Payán Cervera, La Jornada, 19/03/2005


Mi "Gober precioso", en vista de que usted fantasea con tener el apoyo incondicional de todos los poblanos, nos vemos en la apremiante necesidad de aclararle a Ud. y a todo México que habemos "otros poblanos" en desacuerdo con usted. Somos los poblanos que no participamos en acarreos masivos a cambio de una torta y un refresco, somos los poblanos que no le debemos ningún favor porque creemos en el trabajo y esfuerzo propio, somos los poblanos que estamos asqueados de tanta corrupción, y que reprobamos totalmente el trueque de la justicia por dos botellas de coñac, el tráfico de influencias, el compadrazgo y demás prácticas detestables que propician una atmósfera de putrefacción en las esferas políticas.

Usted, Sr. Marín, es un farsante, un doble cara, hipócrita de lo peor y poco hombre, porque se expreso con total desprecio de una mujer que le era desconocida, y la sobajeo con palabras soeces totalmente reprobables, claro que a escondiditas, en lo oscurito, donde nadie lo viera, con su amigote, su "héroe", quien tiene la lengua igual o peor de podrida.

Qué triste es ver como trata de defender lo indefendible, ver como se hunde cada vez mas a cada patada que da, a veces no sé si reír o llorar por lo ridículo que se ve queriendo defenderse con mentiras y argumentos enredados. Ni siquiera eso puede hacer bien. Lo más molesto del asunto es, que no quiera reconocer que cometió "un error" (POR DECIR LO MENOS) y afrontar las consecuencias como hombre, y en lugar de eso se porta como un cobarde tratando de caldear los ánimos y encender pasiones sin fundamento entre la población más sensible y mas manejable.

Ud. vociferó: "¡No provoquen a mis campesinos!, ¡No provoquen a mis discapacitados... No provoquen a mis abuelitos y abuelitas!". ¿Cómo se atreve usted a querer involucrar a esa gente? Sepa usted que mi abuelita casi se vomita cuando escucho su asquerosa conversación telefónica por la TV, ella dijo "¡Qué horror de hombre!", y mejor se fue. Y, ¿qué hay de su grandiosa marcha de apoyo? Los comentarios de los participantes se pueden resumir en una conversación que alcance a escuchar entre campesinos agotados y preocupados después de caminar como burros hasta el zócalo de la ciudad: -"Pinche Gober, que cabrón nos salió, mete las cuatro patas, y nos manda a nosotros al frente de batalla, como si no tuviéramos nada que hacer". ¿Y sabe qué decían os maestros? : "Pues no hay de otra, si no apoyamos, nos quedamos sin chamba y tenemos bocas que alimentar". ¡Valiente marcha de acarreados!

¿Porqué trata usted de embarrar a los poblanos en su lodazal, Sr.Gobernador? Ningún medio de comunicación ha tratado de molestar a los poblanos, ¡ni siquiera lo han querido molestar a Ud.! Porque no se le está acosando, a usted se le esta exigiendo que rinda cuentas por un acto sucio que nos ofende, que nos lástima, y que nos roba despiadadamente la pobre esperanza que empezaba a crecer por tener un México legal y justo. ¡No se le olvide que es usted un servidor publico! ¡Y que nosotros le pagamos los tacos de longaniza que se atasca noche tras noche! ¡A usted NO le debe sorprender que las personas le pregunten, que lo cuestionen y que lo señalen cuando cometa faltas éticas, morales y legales! ¡NO TENEMOS PORQUE QUEDARNOS CALLADOS cuando algo nos parezca extraño o cuando se destapen secretos sucios y vergonzosos! ¡Usted no tiene porque reaccionar con violencia y tomar represalias en contra de nadie! ¡Usted esta obligado a ser un ciudadano ejemplar! Pero resulta que no es así...

... díganos ahora: ¿Porqué se expresa tan mal de una mujer que ni siquiera conoce? ¿Nadie le enseño a respetar a las mujeres? ¿Cómo puede tener un amigo tan despreciable y repugnante como lo es Kamel Nacif? ¿Tampoco le enseñaron a escoger sus amistades? ¿Acaso no tiene sentido común? ¿O es que para usted es normal que sus héroes no sepan comunicarse sin usar veinte palabras soeces por cada frase? ¿O acaso debe usted favores de carácter "misterioso?” ¿Porque toma tan a la ligera la impartición de justicia? ¿Sabe cuanta gente ha peleado y ha muerto por heredarnos un sistema de impartición de justicia? ¿Cómo se atreve a manipular esa justicia a cambio de dos botellas de coñac? ¿Porque es usted tan intolerante? ¿Porque ese desprecio hacia los periodistas? ¿Porque sus guaruras maltratan y hasta lastiman a los reporteros? ¿Porque los medios han decidido no cubrir mas sus eventos por miedo a salir lastimados, en el mejor de los casos? ¿Porque le rodea gente violenta que ahora mas que nunca muestra su desprecio a los periodistas con palabras soeces y amenazas? ¿Donde rayos consigue a sus amigos? ¿De verdad no se da cuenta de cuan desleales son sus acciones? Desleales a su país, ¿qué, tampoco le enseñaron a amar su patria? ¿O, es que su ambición por el poder es tan grande que lo que lo ciega y lo embrutece? ¿Porque sus explicaciones son tan enredadas y contradictorias? ¿Porque no puede ser transparente? ¡¿Porque?! ¡¿Porque?! ¡¿Porque mejor no se va?!

¡Sr. Mario Marín, por favor deje de avergonzarnos ya!
¡Se lo exigimos!
¡Estamos cansados de que quiera escudarse en nosotros los poblanos, nosotros no le creemos, es usted un mentiroso, un político de la vieja escuela a la vieja usanza: influyentista, corrupto y un sinvergüenza!
PORTESE COMO HOMBRE, AFRONTE SUS ERRORES Y ¡RENUNCIE YA!
Su destape y su reacción, son totalmente vergonzosos y aberrantes, no sólo para nosotros los poblanos, sino para el país entero.

Atte.
Los "otros poblanos" y todos los otros personajes con este apellido no relacionados con el precioso

Reenvía este mensaje a cuando menos 10 amigos y familiares, en señal de protesta por el desprecio que en Puebla se da a las mujeres, a los periodistas, a las instituciones, y al esfuerzo de una nación que pelea por construir un mejor país.

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jueves, marzo 09, 2006

PROFECO y el SPAM

Transcribo, por si a alguien más le es de utilidad, el mensaje recibido de la Dirección de Asesoría e Información de PROFECO al levantar una queja por recibir en mi correo electrónico publicidad no solicitada.

« Gracias por enviarnos su correo y en relación a su problemática le informo lo siguiente: La ley Federal de Protección al Consumidor en su artículo 17 señala que, "El Consumidor podrá exigir directamente a proveedores específicos y a empresas que utilicen información sobre consumidores con fines mercadotécnicos o publicitarios, no ser molestados en su domicilio, lugar de trabajo, dirección electrónica o por cualquier otro medio, para ofrecerle bienes, productos o servicios, y que no le envíen publicidad..."

« Por otra parte el artículo 18 de la misma ley, menciona que "La Procuraduría podrá llevar en su caso, un registro público de consumidores que no deseen que su información sea utilizada para fines mercadotécnicos o publicitarios."

«Por lo anterior, le solicitamos se dirija a la Dirección de Contratos de Adhesión de esta Institución, al teléfono 56 25 67 00 ext.1358 o 1359 con la finalidad de que reciba la atención a su petición.


«Atentamente


«Lic. Leticia Robles Consuelos
«Asesor Jurídico
«Dirección de Asesoría e Información
«PROFECO
«quejas@profeco.gob.mx
«www.profeco.gob.mx
«Teléfono del Consumidor 01 800 468 8722
»


Para qué servirá adherirse ahora, no lo sé claramente; pero, si en el futuro somos muchos los que nos quejamos de la cantidad de spam que recibimos, quizás las autoridades tomen alguna posición al respecto.

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sábado, febrero 11, 2006

Consigue Mujer Amparo Contra Pago de Tenencia

Jueves, 12 de Enero de 2006, 8h54
Fuente: InfoSel Financiero

Monserrat Morachis no debe preocuparse por pagar la tenencia de su automóvil,pues la justicia federal le otorgó un amparo para que no pague el impuesto.

La joven de 28 años compró un Astra modelo 2003 en ese mismo año, era su primer automóvil, y se fue de espaldas cuando supo la cantidad que tenía que pagar por la tenencia, por lo que se desistió de pagar el impuesto.

"No me pareció justo que me cobraran ese impuesto. Ya había hecho muchos gastos para tener mi primer auto nuevo como para pagar más.

"Había escuchado que este impuesto era inconstitucional y que las personas podían ampararse, así que decidí intentarlo", refirió la vecina de Metepec.

Un año después de adquirir su automóvil, la joven pagó la tenencia correspondiente a los años 2003 y 2004, para que el 27 de abril del 2004 pudiera presentar un oficio en los juzgados de distrito del Edomex argumentando que el impuesto era inconstitucional.

Su demanda de amparo, registrada bajo el número 517/2004-IV, fue turnada a Mario Óscar Lugo Ramírez, entonces juez tercero de distrito en materias de amparo y de juicios civiles federales en el Estado de México.

El 17 de agosto del 2004, la justicia amparó a Morachis, por lo que le ordenaba a las autoridades correspondientes devolver el dinero que la joven había invertido en el pago de sus tenencias 2003 y 2004.

El 8 de octubre, luego de que las autoridades estatales se inconformaron en vano, la Secretaría de Finanzas, Planeación y Administración estatal le regresó los 7 mil 874 pesos que había pagado de tenencia por los años anteriores.

Partiendo del principio de que no se puede cobrar ningún impuesto que no tenga un destino en el presupuesto de egresos y dado que el impuesto de la tenencia se originó e implantó como una medida para recaudar fondos para el comité de organización de los juegos olímpicos del 68 y eso ya sucedió, el impuesto es improcedente y afecta las garantías individuales señaladas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y nada más por eso, insisto, nada más por cualquier juez deberá otorgar el amparo correspondiente.

Pero eso no es todo, con tu amparo acudes a la oficina correspondiente y se te otorgará tu pago de la tenencia con importe cero.

Ah verdad!!!!!!!!!!!

Obviamente existe un procedimiento a seguir. Consulten a su abogado y pónganlo en práctica.

Si desean manden mensaje a todos los mexicanos.

Exhorto a todos los automovilistas de todo el país de México a que DIGAMOS UN ROTUNDO NO AL PAGO DE TENENCIA. Quitémonos este impuesto tan injusto que año tras año afecta directamente nuestros bolsillos.

No existe una razón justificable para que seamos el único país del planeta donde año tras año el gobierno nos hace pagar un impuesto por un objeto por el que ya pagamos impuesto cuando lo adquirimos.

Ahora que digamos que el dinero que se recauda es para que nuestros vehículos circulen por unas buenas carreteras. Pero no. Casi todas las calles y carreteras de todos los lugares de todas las ciudades están en muy malas condiciones. Y las carreteras que se encuentran en buen estado resulta que son autopistas concesionadas y para transitarlas hay que pagar peajes.

Por eso digamos no a la tenencia, que el gobierno se entere que ya no lo queremos pagar. Y para ello necesitamos estar unidos. Reenvíen este mail a todos sus conocidos.

El presidente Fox en su campaña prometió eliminar este impuesto. No olvides reenviar el mail y veras que en poco tiempo por este medio México estará unido por esta causa.

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viernes, enero 13, 2006

El Cambio

¿No le gusta su país y/o como está? ¡¡cámbielo usted mismo!!

1. ¿Encuentra absurdo el robo de cargas, a veces hasta con asesinatos de los camioneros?
Solución: Exija la factura en todas sus compras.

2. ¿Encuentra absurdo el desorden causado por los vendedores ambulantes?
Solución: nunca compre nada con ellos, la mayor parte de sus mercancías son productos robados, falsificados o contrabandeados.

3. ¿Encuentra absurdo el enriquecimiento ilícito?
Solución: No lo admire, ni lo practique; repúdielo.

4. ¿Encuentra absurda la cantidad de mendigos en los semáforos y/o en las calles y/o en cada esquina?
Solución: Nunca les dé NADA. Dirija su ayuda solidaria directamente a las instituciones de su confianza. (PERO, SI NO CUMPLE CON LO SEGUNDO, NO SE SIENTA BIEN HACIENDO LO PRIMERO, NO SIRVE PARA JUSTIFICARSE, SEA HONESTO CONSIGO MISMO)

5. ¿Encuentra absurdo que las lluvias inunden la ciudad?
Solución: Solamente tire papelitos y basura, EN LOS CANASTOS DE BASURA.

6. ¿Encuentra absurdo que haya revendedores de entradas para espectáculos?
Solución: No les compre, aunque eso signifique perderse el evento.

7. ¿Encuentra absurdo el tránsito en su ciudad?
Solución: Nunca cierre el paso; respete las normas; estacione en los lugares habilitados, practique la técnica de paso 'uno por uno'.

Estamos pasando por una etapa de falta de educación, civismo y de patriotismo. Necesitamos cambiar nuestro comportamiento para que podamos vivir en un país donde tengamos el orgullo de decir: ¡YO SOY MEXICANO!.

Estando quieto, no contribuye con nada; por lo tanto, no puede reclamar.

Practique los puntos con los cuales concordó e intente practicar también aquellos con los cuales no concordó. Y, sobre todo, divulgue este mensaje, (por lo menos entre sus amigos), pues así estará contribuyendo para un México mejor.

Necesitamos mejorar nuestro país.
¡¡¡Vamos todos a vivir con ÉTICA y eso tiene que comenzar con cada uno¡¡¡

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